La música clásica se ha apoderado de las noches cazalleras durante esta última semana. Los alumnos del I Curso de Interpretación Musical de Cazalla de la Sierra se han esforzado en aprender de la mano de este prestigioso grupo de profesores que se han dado cita en la localidad. Durante todos estos días, en el colegio del Moro, en horario de mañana y tarde, los alumnos daban clase y ensayaban. Ya por la noche, a partir de las 22:30 h. deleitaban a los cazalleros con sus instrumentos.
El tercer concierto tuvo lugar en los Jardines del Hotel Posada del Moro a cargo del cuarteto de cuerda y viento Alma y Ebano. El frescor de la noche se mezclaba con los sonidos de los grillos, algún ladrido lejano y por supuesto con el sonido maravilloso de los cuatro músicos que hicieron un esfuerzo muy importante tocando al aire libre. El público se lo agradeció con una fuerte ovación. Este cuarteto interpretó una segunda parte del concierto con piezas populares que fue muy del agrado de los cazalleros. Todos son miembros de una misma familia, entre las que estaba Vanesa Martí una de las directoras del curso, y posiblemente violines y clarinetes lo hagan único en el mundo.La noche del jueves dio paso a los alumnos. Hasta ese día, los tres primeros conciertos habían sido obra de los profesores. Pero se ha notado el buen nivel de estos jóvenes músicos que han venido a Cazalla desde distintas partes de España (Extremadura, Madrid, País Vasco, Andalucía...). Ellos interpretaron obras de violín, chelo, flauta, oboe, acompañados por un pianista. También lo hicieron así el viernes.
El sábado, el acto de clausura, con grupos de chelos, violines, etc. Todos estos conciertos tuvieron un éxito especial, gracias al entorno donde se celebró. La acustica de la antigua iglesia de San Francisco fue la guinda del pastel y ayudó también a lo bien que se lo pasó el numerosísimo público que ha rondado los 250 espectadores cada día. Además la crítica ha sido muy positiva. Esta actividad ha servido para animar más si cabe el ajetreado verano cultural.
Fotografías: Antonio Garrucho
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