
Comenzó el ponente con una introducción sobre la historia de la poesía. Habló del personaje en cuestión sobre el que versaba la conferencia Francisco de Quevedo, autor entre otras joyas literarias de "El Buscón", de su contexto histórico de finales del siglo XVI y primera mitad del siglo XVII, de sus enfrentamientos literarios con Góngora, de su humor... Finalmente leyó e interpretó junto a los alumnos el poema Amor constante, más allá de la muerte, considerado por muchos como el mejor poema en lengua castellana.
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a la ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo
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