Ocho cuerpos con signos de violencia están en proceso de excavación
Las excavaciones en la fosa común de Cazalla de la Sierra han empezado a dar resultados, al haberse localizado ya restos de personas con signos de violencia: orificios de entrada y salida de bala, huesos rotos, manos a la espalda, con posturas que denotan caídas desde los bordes de la fosa, así como casquillos de bala y otros signos.
Según los técnicos responsables de los trabajos, la empresa de trabajos arqueológicos Arq´uatro, que ya desarrolló los trabajos de La Puebla de Cazalla, la fosa tiene una extensión de 21 x 5 metros y una profundidad de 2´18, albergando cinco niveles de enterramiento superpuestos. Hasta ahora, se han podido distinguir ocho cuerpos.
Según los datos de AMHyJA, en este lugar deben encontrarse varios miembros de la última corporación republicana de Alanís de la Sierra, entre ellos el alcalde, José García Galindo, y el Teniente de Alcalde Manuel García Espínola. También, el jefe de la estación de tren en el momento del golpe, Pedro Doctor Arruga, y el matrimonio de jornaleros José Campos “El Pepino”, y su mujer, Antonia González, todos ellos fusilados entre septiembre y octubre de 1936. Precisamente, fueron hijos y nietos de estas víctimas los que han solicitado reiteradamente a nuestra asociación (la primera vez, en 2004), la búsqueda de sus allegados. En total, pueden ser unos 300 los fusilados enterrados en esta fosa, ya que aquí fueron ejecutadas muchas de las víctimas de la represión franquista de toda la Sierra Norte de Sevilla.
Los trabajos de localización han resultado muy complejos, pues la mayoría de los informes orales situaban la fosa al pie de la tapia y no a los 8 metros hacia el interior del cementerio, donde realmente se ha encontrado, entre unos cipreses plantados posteriormente para bordear un camino. También van a ser difíciles los trabajos de individualización de los restos y contabilización de las víctimas, dado el estado en que se encuentran los restos.
Para el abordaje de las actuaciones, AMHyJA ha contado con una subvención de 54.000 euros del Ministerio de Presidencia, que contempla también otra actuación en la fosa de La Puebla. Por ello, y, sobre todo, si las previsiones de las dimensiones de la fosa se cumplen, la cantidad resultará insuficiente y deberá planificarse por fases. Los trabajos están contando también con el total apoyo de la Corporación de Cazalla, plasmado en un convenio de colaboración aprobado en pleno municipal. También la Universidad de Pablo de Olavide ha propuesto a la asociación la firma de un convenio de colaboración con estos objetivos, que se realizará en breve.
Para el presidente de AMHyJA, Rafael López, la complejidad de estos trabajos, la dimensión de los mismos, con tantos represaliados todavía enterrados en fosas comunes sin localizar ni identificar y el transcurso del tiempo, que juega totalmente en contra, hace imprescindible que sea el Estado, y no las asociaciones de familiares, con sus escasos medios, el que asuma las labores de exhumación, dignificación de los enterramientos e identificación de las víctimas del franquismo que murieron por defender un gobierno democrático y legítimo y oponiéndose a una dictadura. Debido al abandono de estos temas por parte de las Administraciones y el Estado, es lo que ha complejizado aún más, encontrar los restos, exhumar los cuerpos e identificar a las víctimas.
Según los técnicos responsables de los trabajos, la empresa de trabajos arqueológicos Arq´uatro, que ya desarrolló los trabajos de La Puebla de Cazalla, la fosa tiene una extensión de 21 x 5 metros y una profundidad de 2´18, albergando cinco niveles de enterramiento superpuestos. Hasta ahora, se han podido distinguir ocho cuerpos.
Según los datos de AMHyJA, en este lugar deben encontrarse varios miembros de la última corporación republicana de Alanís de la Sierra, entre ellos el alcalde, José García Galindo, y el Teniente de Alcalde Manuel García Espínola. También, el jefe de la estación de tren en el momento del golpe, Pedro Doctor Arruga, y el matrimonio de jornaleros José Campos “El Pepino”, y su mujer, Antonia González, todos ellos fusilados entre septiembre y octubre de 1936. Precisamente, fueron hijos y nietos de estas víctimas los que han solicitado reiteradamente a nuestra asociación (la primera vez, en 2004), la búsqueda de sus allegados. En total, pueden ser unos 300 los fusilados enterrados en esta fosa, ya que aquí fueron ejecutadas muchas de las víctimas de la represión franquista de toda la Sierra Norte de Sevilla.
Los trabajos de localización han resultado muy complejos, pues la mayoría de los informes orales situaban la fosa al pie de la tapia y no a los 8 metros hacia el interior del cementerio, donde realmente se ha encontrado, entre unos cipreses plantados posteriormente para bordear un camino. También van a ser difíciles los trabajos de individualización de los restos y contabilización de las víctimas, dado el estado en que se encuentran los restos.
Para el abordaje de las actuaciones, AMHyJA ha contado con una subvención de 54.000 euros del Ministerio de Presidencia, que contempla también otra actuación en la fosa de La Puebla. Por ello, y, sobre todo, si las previsiones de las dimensiones de la fosa se cumplen, la cantidad resultará insuficiente y deberá planificarse por fases. Los trabajos están contando también con el total apoyo de la Corporación de Cazalla, plasmado en un convenio de colaboración aprobado en pleno municipal. También la Universidad de Pablo de Olavide ha propuesto a la asociación la firma de un convenio de colaboración con estos objetivos, que se realizará en breve.
Para el presidente de AMHyJA, Rafael López, la complejidad de estos trabajos, la dimensión de los mismos, con tantos represaliados todavía enterrados en fosas comunes sin localizar ni identificar y el transcurso del tiempo, que juega totalmente en contra, hace imprescindible que sea el Estado, y no las asociaciones de familiares, con sus escasos medios, el que asuma las labores de exhumación, dignificación de los enterramientos e identificación de las víctimas del franquismo que murieron por defender un gobierno democrático y legítimo y oponiéndose a una dictadura. Debido al abandono de estos temas por parte de las Administraciones y el Estado, es lo que ha complejizado aún más, encontrar los restos, exhumar los cuerpos e identificar a las víctimas.
Nota de prensa AMHyJA
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